PROGRAMA DE LA FALDA

Por Todos Unidos

El Programa de La Falda, elaborado en noviembre de 1957, es un histórico programa obrero promovido por el peronismo sindical.

Después del cruento golpe cívico-militar de la Revolución Libertadora, se interviene la CGT y los sindicatos, y sus dirigentes son perseguidos y encarcelados. El gobierno de facto obstaculiza el intento de regularización de la central obrera peronista. La única regional que logra saltar el cerco militar es la de Córdoba.

En la localidad mediterránea de La Falda, se convoca a un plenario regional de los gremios, y es ahí donde se elabora este valioso programa con propuestas políticas, económicas y sociales, al que luego seguirán el de Huerta Grande (1962) y el de 1° de Mayo (1968). 

El secretario general de la CGT cordobesa elegido en ese momento fue el compañero Atilio López, de UTA, que doce años más tarde sería uno de los líderes del Cordobazo.

El Programa de La Falda, rescatando la experiencia de las dos primeras presidencias de Perón, se elaboró en línea con lo que después, en los 60 y en los 70, sería el camino que en distintas partes del mundo seguirían los movimientos de liberación nacional y que en nuestro país conduciría a las luchas populares de los trabajadores del Movimiento Nacional de Liberación.


EL PROGRAMA DE LA FALDA-1957 

PARA LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA: 

a) Comercio exterior: 

▪ Control estatal del comercio exterior sobre las bases  de la forma de un monopolio estatal. 

▪ Liquidación de los monopolios extranjeros de  importación y exportación. 

▪ Control de los productores en las operaciones  comerciales con un sentido de defensa de la renta  nacional. Planifica-ción del proceso en vista a las  necesidades del país, en fun-ción de su desarrollo  histórico, teniendo presente el inte-rés de la clase  laboriosa. 

▪ Ampliación y diversificación de los mercados  internacio-nales. 

▪ Denuncia de todos los pactos lesivos de nuestra  independencia económica. 

▪ Planificación de la comercialización teniendo presente  nuestro desarrollo interno. 

▪ Integración económica con los pueblos hermanos de  Lati-noamérica, sobre las bases de las experiencias  realizadas. 

b) En el orden interno: 

▪ Política de alto consumo interno; altos salarios,  mayor producción para el país con sentido nacional. ▪ Desarrollo de la industria liviana adecuada a las  necesida-des del país. 

▪ Incremento de una política económica tendiente a  lograr la consolidación de la industria pesada, base  de cualquier desarrollo futuro. 

▪ Política energética nacional; para ello se hace  indispensa-ble la nacionalización de las fuentes naturales de energía y su explotación en función de  las necesidades del desarro-llo del país. 

▪ Nacionalización de los frigoríficos extranjeros, a fin  de po-sibilitar la eficacia del control del comercio  exterior, sus-trayendo de manos de los monopolios 

extranjeros dichos resortes básicos de nuestra  economía. 

▪ Soluciones de fondo, con sentido nacional a los  problemas económicos regionales sobre la base de  integrar dichas economías a las reales necesidades del  país, superando la actual división entre «provincias  ricas y provincias po-bres’. 

▪ Control centralizado del crédito por parte del Estado,  ade-cuándolo a un plan de desarrollo integral de la  economía con vistas a los intereses de los  

trabajadores. 

▪ Programa agrario, sintetizado en: mecanización del  agro, «tendencia de la industria nacional»,  

expropiación del lati-fundio y extensión del  

cooperativismo agrario, en procura de que la tierra  sea de quien la trabaja. 

PARA LA JUSTICIA SOCIAL: 

▪ Control obrero de la producción y distribución de la  rique-za nacional, mediante la participación efectiva  de los trabajadores: 

– en la elaboración y ejecución del plan económico  gene-ral, a través de las organizaciones  

sindicales; 

– participación en la dirección de las empresas  privadas y públicas, asegurando, en cada caso, el  sentido social de la riqueza; 

– control popular de precios. 

▪ Salario mínimo, vital y móvil. 

▪ Previsión social integral: 

– unificación de los beneficios y extensión de los  mismos a todos los sectores del trabajo. 

– Reformas de la legislación laboral tendientes a  adecuarla al momento histórico y de acuerdo al plan  general de transformación popular de la realidad  argentina. 

▪ Creación del organismo estatal que con el control  obrero posibilite la vigencia real de las conquistas y  legislaciones sociales. 

▪ Estabilidad absoluta de los trabajadores. 

▪ Fuero sindical.

PARA LA SOBERANÍA POLÍTICA: 

▪ Elaboración del gran plan político-económico-social de  la realidad argentina, que reconozca la presencia del  movimiento obrero como fuerza fundamental nacional, a  través de su participación hegemónica en la confección  y direc-ción del mismo. 

▪ Fortalecimiento del estado nacional popular, tendiente  a lograr la destrucción de los sectores oligárquicos  antina-cionales y sus aliados extranjeros, y teniendo  presente que la clase trabajadora es la única fuerza  argentina que re-presenta en sus intereses los anhelos  del país mismo, a lo que agrega su unidad de  

planteamientos de lucha y forta-leza. 

▪ Dirección de la acción hacia un entendimiento integral  (político-económico) con las naciones hermanas latinoame-ricanas. 

▪ Acción política que reemplace las divisiones  artificiales in-ternas, basadas en el federalismo  liberal y falso. 

▪ Libertad de elegir y ser elegido, sin  

inhabilitaciones, y el fortalecimiento definitivo de  la voluntad popular. 

▪ Solidaridad de la clase trabajadora con las luchas de  libe-ración nacional de los pueblos oprimidos. ▪ Política internacional independiente.