Por Carlos Rapolla
HISTORIA:
Esta obra de Henrik Ibsen, Un enemigo del pueblo, se publicó el 28 de noviembre de 1882. Bien pudo haberse escrito en la actualidad por la vigencia de su trama, así como por su transcurrir, que puede acontecer en casi cualquier lugar del mundo donde los intereses del capital se antepongan a la protección de la vida y del medio ambiente. Las obras de Ibsen siempre tuvieron un trasfondo de crítica social. Y Un enemigo del pueblo no es la excepción: expone el riesgo de que la democracia degenere en demagogia y aborda el precio que paga quien dice a viva voz eso que la mayoría niega. Una obra sobre el costo de airear la verdad cuando es odiosa.
SINOPSIS DE LA OBRA:
Se relata la historia de un doctor reconocido por su labor, que está formando una familia —también reconocida— en un pueblo cuyo balneario es la principal atracción turística y el motor de la economía local. Este doctor, que posee firmes principios, descubre en el agua una bacteria contaminante, capaz de poner en riesgo la salud de toda la población local y de los turistas. A partir de ello, se propone advertir a los demás acerca de semejante peligro. Esta decisión lo enfrenta a un diario local, incluso a su propio hermano, el intendente del pueblo, y aun a su esposa, con cierto pasado que implica a su padre. Su hija es quien lo acompañará en toda decisión. De esta forma confrontará con intereses económicos que priman sobre la salud del pueblo, y se expondrá a que lo denominen “El enemigo del Pueblo” y lo acusen de traidor, tanto a él como a su familia, a la que involuntariamente termina poniendo en riesgo.
CRÍTICA
En esta puesta, adaptada muy convincentemente, se rescata la esencia de Ibsen, autor que se planteaba en 1882 no un conflicto entre buenos y malos, sino entre seres humanos, con sus contradicciones, sus miserias y sus virtudes. Las actuaciones impecables por Leyrado y por Rizzo como protagonistas muestran sus seres antagonistas reales, reconocibles, con los que podemos identificarnos y así conseguir, tal vez, que los espectadores salgan del teatro con más preguntas que respuestas.
Un interesante pasaje de la puesta propone a los mismos espectadores en protagonistas del debate. Todo el equipo de actores —maduros en sus interpretaciones— hace un gran elenco que respalda a los protagonistas. La estética de la puesta, en conjunto con la escenografía, hace una trama justa que convence.
NO DEJES DE VER LA OBRA COMPLETA EN TEATRIX:
https://www.teatrix.com/video/un-enemigo-del-pueblo –